Feriado, sol, tormenta, sol, familia, amigos, asado, cumpleaños

Que lindo está Abbott, que pueblo tan bello.

Se vino el último fin de semana largo del año, el que conmemora el recuerdo al Gral. San Martín (como el nombre de nuestra calle principal).

Y asi fue que el viernes cargamos el auto a la nena al nene y nos fuimos para el pueblo.

El viaje de noche fue tranquilo, una vez pasada la rotonda de Cañuelas ya se sentía el olor a campo, el aire fresco y un aroma tan particular a tierra a pasto y porqué no recordarlo (aunque cueste) a los criaderos de pollos que tanta baranda despliegan.

Después del peaje a unos minutos vimos el cartel de acceso al pueblo y ya estabamos en paz una vez más.

Estaban el tio colo y la tia coca (quien el domingo cumpliría años) y asi nomas descargamos todo en la penumbra y corrimos a saludarlos, estaban en la cama, pero esperando vernos, no importaba la hora ellos querían ver a la nena y al pequeño Luca.

Despues de una charla todos a dormir y al otro día disfrutar de este maravilloso lugar.

Ricas estuvieron las pastas del sabado al mediodía con esa salsa que mi mujer tan bien hace, despues una siesta y a esperar la noche.

Tremenda tormenta aterradora para el que no tiene techo se desató así que aprovechamos que la tía había comprado prepizas y en el horno terminaron de convertirse en cena.

Al otro día esperamos a los chicos, era la primera vez que venían y estabamos contentos esperandolos, preparé el fuego a las 11.30 y a las 14.00 ya estabamos meta chorizo, morcilla y asau'; todos en la mesa que dejó mi viejo, todos festejando los cumpleaños de coca y el colo (este por adelantado) y despues disfrutando de unos trucos y hasta un poco de play station, ja, si en pleno campo; la tecnologia solo necesita electricidad.

Luego llegó la hora de pegar la vuelta y respirar hondo para llevarme dentro ese aroma y echar una ultima mirada al monte, el galpón, la tapera, el camino de tierra así lo extraño menos.

Seguramente este fin de semana vuelvo, querido Abbott, como me gusta estar en vos.

Saludos.

Y un día volví al Pago

El 30/5/2009 nació mi segundo hijo, Luca, es decir tiene tres meses, con dos meses de anticipación al parto mi mujer debió hacer reposo por lo que estuvimos cinco meses sin visitar Abbott.

Fue lindo saber que no ibamos por el hecho de ser papas nuevamente, pero extrañé mucho el pueblo.

Mi hija cuando le avisé el jueves pasado "nos vamos a Abbott" desbordó de felicidad, el pronóstico indicaba 35º de temperatura esperable y asi fue.

Que emoción tomar el autopista, que increiblemente largo se me hizo desde el peaje de Cañuelas hasta el acceso al pueblo y que increible fue entrar por el acceso (ahora) llamado Dr. Raul Alfonsin y volver a sentirme en casa, sinceramente con la dureza que me caracteriza me senti raro al emocionarme tanto y hasta sentir un lagrimeo de felicidad.

Estos parrafos son solo para dejar un recuerdo de el dia que volvi al pago y al cual pienso irme a vivir mi vejez y en el cual pienso morir cuando llegue el tiempo de partir.

Mas adelante comentare las novedades que hay alli y como se lo ve de bien.

Saludos.

NOVEDADES EN EL BLOG DE ABBOT

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FUENTE: http://delegacionabbott.blogspot.com/



RESULTADO DE LAS ELECCIONES EN ABBOTT



"Abbott, aporta un padron de 700 electores aproximadamente y es despues de la cabecera del partido el mayor aportante de electores y atendiendo que historicamente en este lugar triunfo el Partido Justicialista. Al final del escrutinio el Acuerdo Civico y Social resulto ganador, con 179 sufragios, aventajando al Partido Union Pro que obtuvo 134 votos y 131 votos el Partido Justicialista quedando de este modo en un tercer lugar."



GRANDES OBRAS PARA UN GRAN PUEBLO



El dia 24/6/2009 se recibieron en la Delegacion Municipal de Abbott las columnas de alumbrado público (ver imagenes) que se colocaran a lo largo de nuestro acceso, en dias venideros, la cooperativa electrica hara la obra de iluminacion, que concretara un viejo anhelo de nuestra comunidad.

Además se prevee la incorporación de una terminal BAPRO PAGOS para utilizar como cajero y red de pago de servicios.

SALUD!!!!!!!!!

FELIZ 117 AÑOS

1° DE MAYO DE 2009, SALUD ABBOTT.

De mañanas y pajaros - Cuarta parte

Cambiamos la yerba a la calabacita, un poco de azucar (muy a mi pesar) y arrancamos la espera.


El sol comenzó a subir, alumbraba y el muro de Ecualiptos nos hacian la sombra que necesitabamos para no sufrir del calor.


Cómodos en el auto, espiando por el parabrisas como si fuera una pantalla de cine los primeros jilgueros empezaron a aparecer. Mucha actividad pues a esa hora es el momento de la primer comida del día, nuestros llamadores funcionaban, los espejos de agua dentro de las tramperas deberían llamar la atención y el alpiste con mijo harían el resto del trabajo; nosotros, solo esperar y disfrutar.


Ver un macho curiosear en un jaulín y nuestro llamador comenzando la provocación a modo de generar una riña, que se me ocurre, despareja, nos sacó de la mateada. El llamador era hábil, proponía lucha a un costado, luego por debajo de la trampera, a otro costado, con un giro; siempre graznando y abriendo sus alas.


Luego de un tiempo llegó el turno de llevar la riña al techo del jaulín y allí fue el curioso, observó que además de un prepotente dentro de la jaula también se observaba un brillo, un resplandor; era el agua. Supongo que habrá tenido a la vista el semillerío pues fue un imán.


Primero picoteó desde el borde de la trampera, cuando el llamador dejó de actuar el jilguero ya se había olvidado de la riña, de pronto hubo confianza, se sentía, se percibía.


Un salto era necesario, solo un salto y la trampa se accionaría; en el auto expectantes, no podíamos creer la suerte de poder contemplar esas escenas, pero más aún de tener una primera presa con los primeros rayos del sol. No obstante algo debería suceder, la suerte no suele estar tan de nuestro lado.


Sucedió.


En el instante en que el jilguero estaba al caer, una hembra se posó sobre el alambre a un costado del jaulín, increíbñe, de pronto nuestra atención se fue sobre la inoporutna amiga que nos venía a quitar el final de la primer escena y tal cual supusimos, lo cambió.


El macho al instante dejó de comer, observó, como si supiese que estabamos ahi vigilando, y se fue.


Otro mate y a esperar.


Bandadas, mucha pichonada, mucho revuelo; esta parecía una mañana que nos iba a traer muchas imágenes, y lo fué.


Desconocemos si era el mismo pájaro, de pronto un macho de jilguero se volvió sobre el mismo jaulín y una vez más el mate quedó en segundo plano, no hubo riña, no se había producido un llamado previo de nuestro cebo, simplemente se posó sobre el borde de la trampera, observó y comenzó a alimentarse, un paso, CLACK!


Nos latió el corazón a paso vivo, sin imaginarlo, había caido el primero.


- Andá apurate, dale. Oí hablar al Tio.


- No, no no, esperá mirá. Me frenó


Efectivamente, ese jilguero debería ser el mismo que vimos antes, increiblemente, de pronto una hembra se posó en la tapa de la trampera como si estuviera reprochándole al macho su temerario accionar.


No nos interesaban las hembras, por eso fui hasta la trampera, la espanté y con mucho cuidado abrí la tapa, tomé al pajaro, acomodé el agua, recargué de semillas el pote y pegué la vuelta al auto.


El Tio con los ojos brillosos observaba al "amarillo", era precioso.


CLACK!


Antes de guardar el primero en la ratonera, ya teníamos otro amigo entramperado.


(continuará)

De mañanas y pajaros - Tercera parte

Por costumbre, por gusto o solo por compartir.

El desayuno que elegimos para calentar el cuerpo fue compartir una mateada, ahi estaba la calabacita, yerba (nada de azucar) y el termo que venia lleno de agua como pa' pelar chanchos, nada importaba solo esperar unos minutos mateando antes que aclare.

- Che, quien es el diabético? Sentenció El Tio.

No hizo falta ningún comentario más para entender que los verdes los ibamos a tomar dulces.

Asi empezamos y en cinco minutos ya estabamos mano a mano con los mates y mi compañero dándome los ultimos consejos acerca de la estrategia de colocación de tramperitas que deberíamos adpotar.

Estabamos a 15 minutos del amanecer, era tiempo de comenzar la acción, más tarde repetiríamos una ronda nueva de mates.

El auto estaba acomodado debajo del interminable monte de Eucaliptus que sabiamos donde comenzaba pero recién en el horizonte tenía fin (alguna vez ibamos a ver hasta dónde llegaba); cruzando la ruta de tierra y teniendo a la vista "El Arbolito" se extendía el necesario alambrado con sus postes.

Estratégico, El Tio, me apuraba en las últimas indicaciones:

- Un corbatita

- Un cabecita

- Un jilguerito

- Dales por lo menos un poste de distancia a cada uno asi no se mezclan los llamados.

Lindos cebos teniamos, El Colo conoce del arte de la caza con jaulitas, eran todos llamadores; todos. Siguiendo sus indicaciones crucé la ruta y enfilé a la banquina, clavos y martillo en mano encaré cada poste, clavada y colgada, una vez que todo estuvo bien organizado, todavía era de noche, fui en busca del bidón de agua y del tarro con alpiste y mijo mezclado.

Seguía sin aclarar, todavía la camperita me era útil, pero más lo eran los pantalones largos de gimnasia que evitaban que los cardos me piquen las piernas.

- Dale apurate, dale que va a amancer. Desesperaba El Tio.

Así cumplí con el ritual, una a una a las tramperitas les levanté la trampa y las cargué con semillas y un poco de agua para hacer más tentador el lugar ante la atracción que producían los llamadores.

Cumplido mi rol, en el auto esperaba la segunda ronda de mates.

(continuará)

De mañanas y pajaros - Segunda parte

No aclaraba aún, la idea siempre era ver cuando el sol aparecía.

Heló en la noche, pero despejado el cielo nos daba la idea que el abrigo iba a sobrar en cuanto se sintieran los primero rayos de calor.

Seguiamos yendo en dirección a San Miguel del Monte por aquel camino de tierra hasta que al fin vimos ese alambrado en chanfle tan particular que se perdía en sentido hacia la ruta tres a nuestra izquierda.

- Ahí es el molino; dijo el Tio.

Un molino que se encuentra dentro de aquel campo y al que en el tiempo en el que su salud se lo permitía el se arrimaba con sus tramperitas y aprovechaba para disfrutar de una jornada que además de fructífera en cuanto a la caza, lo era por la soledad y tranquilidad de aquel llano. Hoy es distinto, vamos a cazar a "El Molino", pero sin llegar a el, tan solo desde la ruta.

Ese almabrado pareciera el límite natural que se observa en Punta Rasa donde la salitrosa agua de mar jamás se mezcla con la del rio contenido en la Bahía de Sanbormbón formando una exacta linea fronteriza. A la vista el recorrido no nos trae muchos arboles, pero luego de ese alambrado, comienza nuestro lugar preferido, ese interminable monte de Alamos, altísimos, muy altos.

Una hilera interminable, una arboleda muy aromática y sonora.

Seguimos en el mismo sentido, llegamos hasta el pequeño entubado, lo pasamos y ahi a nuestra derecha esta "el arbol". Un lugar que siempre nos rinde, unico especímen que se observa a la margen derecha, enfrentando al gran muro de Alamos que tenemos a mano izquierda.

Es de noche todavía, esta fresco, es hora de preparar el mate.

(continuará)

De mañanas y pajaros - Primera parte

Temprano, aun de noche, con fresco pero sin escarcha, una hornalla que empieza a calentar una pava.

A un costado lo necesario, termo, porta termo, unas galletitas. Mientras la cocina hace lo que corresponde con el agua apuro el paso para cruzarme a la casita de al lado; ahi esta el, ahi esta, como describirlo? compañero de caza? tio? amigo? papa? abuelo? que importa como describirlo, solo importa que el esta casi listo, la tia con su palangana sobre la mesa, termina de darle una mano con el asunto del aseo; tiene la sonrisa de un chico, probablemente, como yo, no durmió.

Estamos anciosos.

Transcurridos unos minutos retorno a mi casa, apuro el armado de lo que será una mateada previa al amanecer, recojo las jaulitas, estan los 2 jilgueritos, los 2 cabecitas y los 2 corbatitas. Un par de tramperas, el auto cargado y ahi paso a buscarlo a el, que ya esta listo, recien higienizado.

Asi encaramos por el camino de tierra que arranca pasando "El Reposo", al costado de las vías del Roca, el viejo y recordado "Zapalero" que ya no es lo que era, que no recuerdo si habra sido algun ramal que habrá parado en aquellas epocas en que si el ramal paraba el ramal se cerraba vergonzosamente; la cuestion es que hoy pasa el carguero. Seguimos encarando hacia "El molino" en busca del monte de Eucaliptus.

( continuará )

PROXIMAS ACTIVIDADES EN EL PUEBLO

PRESENTACION

En la Provincia de Buenos Aires, a un lado de la Ruta Nacional Nº3, dentro del Partido de San Miguel del Monte, cuya Latitud puede ubicarse en los 35º.16´.60 S y su Longitud a 58º.47´ 60w nos erigimos orgullosamente quienes de alguna manera formamos parte de la comunidad de Abbott, lindo pueblito, pequeño y mezclando modernidad con una pausa en el tiempo.

Personalmente no soy poblador estable, solo de fines de semana, pero es ese mi lugar en el mundo, es mi pueblo por adopción.

Esa mezcla entre modernidad y tiempo detenido es obviamente una diferenciación entre quienes se enorgullecen de ser la población estable del pueblo y aquellos que hemos elegido a Abbott para construir una casa de fin de semana, obviamente esta más moderna, pero en ambos casos vemos gente orgullosa del pago, admiradora de semejande verdor y un tren que cada tanto hace barullo pero que desde un tiempo atrás se ha olvidado de este terrunio.

Vayan estas palabras a modo de introducción en la creación de este espacio en el que intentaré con el mayor de los respetos, reflejar y plasmar dentro de mis limitaciones un paisaje que se me antoja de ensueño, solo por sus calles, sus cardos, caminos de tierra y arboledas.

Las estadísticas dirán que allá por el año 2001 se realizó un censo y que de allí surgen sus 511 habitantes oficializados y previo a este dato estadístico, eran 495 hermanos quienes hacia 1991 tenían el honor de habitar estas tierras.

Mi sincero agradecimiento al creador por haber dado origen a este lugar, hasta la proxima